lunes, 5 de abril de 2010

¿PLAN ANTICRISIS?

Se dice que un “Plan” es un “conjunto de medidas tomadas a escala gubernamental, nacional o regional, para conseguir determinadas metas económicas y sociales”, y que un plan se traduce en la determinación de objetivos precisos y de los medios que deben emplearse para ser alcanzados en un plazo dado.
Con esa advertencia empecé a escribir este articulo, había separado varias horas para investigar y leer, imaginando al menos la tarea de pasar con la vista una veintena de páginas, pero tal fue mi sorpresa al descubrir la gracia del Plan anticrisis, pues se trata de carilla en formato Exel que contiene una lista de gastos, fue entonces que me vino a la memoria los otros pomposos nombres con los que el gobierno ha venido lanzando a la opinión publica sus llamados planes: Plan anticorrupción… Shock de inversiones…. plan de lucha contra la pobreza, plan tolerancia cero, etc., etc.
Entonces me vino esa pregunta a la mente ¿Es realmente un Plan?, pues los anteriores planes al menos tenían una justificación, un examen, en tal caso ¿puede ser una improvisación? Así lo aparentaba.
Pero tanta cantidad de profesionales y economistas del estado para que sirven? ¿Que propósitos o intensiones se ocultan detrás de estas medidas?
Me pase horas en Internet, viendo Blogs, leyendo artículos, y nada de nada, cada vez más perdido y nada, y así…. ni la flauta de Kuchisnki me sonó a clarín, ni Hernando de Soto me saco de este misterio y Campodónico no dice esta boca es mía, él también se hace la Baca.
Entonces no tuve más remedio que ejercer en mi cerebro la independencia política de clase, felizmente acudió en mi socorro el materialismo histórico, y claro tuve que rebobinar un poco mi memoria y rebuscar en el pasado:
En primer lugar debemos partir que el capital peruano tiene un carácter dependiente, desde la época de Ramón Castilla, con la economía del Guano, la economía peruana ha existido asimilando la masa de capital internacional que afluía, ya sea en forma de inversión directa o en forma de deuda pública, dependencia que se acentuó aun más con el gobierno de Leguía y de ahí para adelante, como todas las economías, Perú ha venido sincronizando con el capital mundial. Y las veces que algún proyecto ha querido ir en contra de esa corriente, ha salido perdiendo, ahí tenemos el fracasado proyecto Velasquista o el proyecto reformista del APRA 1985-1990, con el cual justamente es preciso hacer un paralelo, aquel entonces una tragedia para todos aquellos honestos que se dejaron embaucar, hoy se repite como la gran farsa.
Partamos de los dos pilares en que se basa esta estrategia del Plan Anticrisis: Construcción y promoción de la demanda interna, ¿que? ¿Que dije?.....acaso todos han olvidado lo del 86? ¿Que justamente construcción y manufactura fue el sector que, según la dirigencia aprista, empujarían la locomotora que sacase adelante la industria peruana?, si pues, se acuerdan? aquel Alan, al mismo estilo grandilocuente de hoy, convocó a los llamados doce apóstoles invitándoles, por no decir rogándoles, a que inviertan en aquel proyecto nacional, los doce grupos empresariales solo aprovecharon los beneficios y subsidios, pero jamás invirtieron productivamente, más si lo hicieron de forma oportunista, royendo un poco de renta acá, otro poco allá, demostrando que estaban dispuestos a invertir solo en forma cortoplacista, siempre y cuando su inversión tenga frutos de forma inmediata y fácil.

En aquel entonces aplicando el falso keynesianismo de la maquinita, el ideario aprista se dio de cara con la cruda realidad internacional del capital, dejando en ridículo su teoría del relativismo espacio tiempo histórico.¿Que paso?

A medida que se incrementaba el consumo y la construcción, por ende la demanda interna, se incrementaba la inflación empujado con ello a la desvalorización constante de la moneda del Inti, ya que la reproducción ampliada de capital colapsó por el encarecimiento del sector I los medios de producción, sector con el que el Perú no contaba, conduciendo esto a una situación anárquica en la que el valor invertido y el supuestamente conseguido después de producir (que en términos dinerarios eran beneficiosos) no resultaban ser reales. Resultado de esto la economía peruana entro en crisis caótica, cuyas consecuencias son bien conocidas.

En que situación termino la burguesía nativa? Pues con muchas perdidas, para incorporarse al mercado internacional tuvo que hipotecar su futuro al financiamiento de FMI y el Banco Mundial, claro no sin antes masacrar a la clase trabajadora y liquidar cualquier proyecto antiimperialista; a costa de sobrevivir tuvo que ceder terreno y dejar el mando del coche al capital transnacional, de los doce apóstoles que convoca Alan en el 86 solo quedaron 4, los Romero, Picasso, los Wiesse, y los Gildemeiseer, pero ya no como dueños de esta riqueza, sino como simples porteros que reciben su chorreo de los BBVA, Telefónica, YPF, etc, etc.
Luego de 22 años, después de esperar tanto y cuando ya empezaban a gozar los frutos de su “sufrida” sobrevivencia, con un PBI superior al 7% y grandiosas ganancias, nuevamente el capital internacional escribe el fatal destino del capital peruano y con efectos inmediatos el Perú de País exportador ha pasado a ser importador.

El calentamiento de la economía de China y la entrada del Capital en sectores periféricos hizo propicio el terreno para que una gran masa de capital afluyera a esta zona, potenciando la industria minera, agroindustrial, pesquera, esto motivado también por los promisorios precios del metal, i los llamados comoditties. El Perú llego al sexto puesto en crecimiento de PBI, quinto en exportaciones, es decir que el crecimiento de estos últimos años se ha basado en la exportación de esos sectores, y ese es el punto débil del capital asentado en esta zona del mundo.
Pues mientras el capital internacional no se recupere de esta GRAN DEPRESIÓN, al capitalcito peruano le espera un fututo incierto, de los banquetes grandiosos que gozaba por esa coyuntura especial del mercado internacional, con grandes y súper ganancias, ahora al capital peruano le tocará hacer dieta y a veces ayunar.
Como es natural prever, cada sector de la burguesía tratará de reducir su participación en la pérdida general, pugnando por endosársela a los demás. Efecto inmediato que se traduce en mayor competencia, nadie se imagina cuanto se alargará la depresión que sigue a la crisis, y ello implica una pelea encarnizada por el jugoso presupuesto público, y ahora el gran tesoro de 34 000 millones de dólares en reservas internacionales.

Es aquí donde juega un papel importante el Estado y su elemento subjetivo, la burocracia, que no es ajena a esta lucha encarnizada, pues al interior suyo esta competencia se traduce en términos políticos, donde las decisiones gubernamentales o administrativas determinarán la repartición del jugoso presupuesto público; la liberación de impuestos, el uso del financiamiento exterior, ya para salvar este u otro sector de la burguesía.

Gracias a su experiencia, la camarilla aprista es sabia al momento de partir, repartir y quedarse con una buena parte, y la crisis ha servido de motivo para tener el pretexto de echar mano a 18 000 millones de dólares en toda clase de rubros, ya no vía un presupuesto, si no por un fondo especial.

Posesión de reservas internacionales? Construcción de obras por impuesto? Crédito barato?, acaso eso no suena a Maquinita, crédito interés cero, dólar Muc, divisas de exportación?
Con semejante situación internacional, de perdida generalizada de valor, y tan jugoso tesoro como no iban a salir a la luz los escándalos, las redadas entre las pandillas buguesas?, ahí tenemos el Chuponeos, tenemos la lucha encarnizada al interior del congreso y al interior de las mismas bancadas por colocar a su contralor preferido.

El Plan anticrisis, visto así, ya no es ninguna improvisación, si no más bien es la “pendeja” jugada de salvar el pellejo de unos sectores de la burguesía jodiendo a otros.
A la vez de canalizar recursos a un sector determinado del empresariado, la crisis permite la legalización de la corrupción, y ello ha quedado demostrado a la evidencia con la propuesta aprobada de crear Asociaciones Publico Privadas parar que en vez de el Estado pueda ejecutar grandes proyectos de inversión, la de flexibilizar el proceso para aprobar los proyectos de inversión y la otra de cambiar deuda tributaria por ejecución de obras públicas, posibilitando un recontra super archi FAENON.

Pero no todo puede ser pillaje en este cuento, al menos pillaje mutuo entre burgueses, pues el capitalismo consiste en el gran pillaje que ejerce el patrón sobre el obrero, es decir dada la profundidad de la crisis internacional es más que lógico suponer que por más millones que gaste el Estado, no reanimará la economía, por ello objetivamente, es de suponer que se implementan desde ya medidas a través de las cuales, vía el incremento de la mayor explotación de asalariados, se recuperara la acumulación de capital, esto es post crisis, ahí tenemos:
- Automáticamente esta recesión empuja a una gran cantidad de trabajadores al desempleo, acentuando con eso la competencia por el puesto de trabajo, obligando a los pocos que trabajan a venderse por un menor salario.
- La incorporación de muchos trabajadores al sector de construcción, uno de los sectores más móviles, donde la ilusión de trabajo estable no existe. Dicho sector acoge a un regular sector de la población económicamente activa, es el sector del proletariado con un grado bajo de calificación, cuyo salario es bastante bajo, este sector es conocido por su transitoriedad, es decir acoge a cinturones de desempleados, así como a los sectores recién incorporados a las del campesinado.

- La introducción del crédito, tomando en cuenta que en este momento existe un superávit de liquidez y de depósitos, inmediatamente se introduzca el crédito produciría una inflación galopante, menguando con ello la capacidad adquisitiva de los trabajadores.
En resumen, la recuperación de la crisis presupone tener una gran masa de trabajadores empobrecidos y dispuesta a venderse por lo que sea.
¿Es necesario que todo esto pase, es decir, es inevitable? Pues ¡ NO !, los trabajadores debemos entender que las crisis son justamente los periodos en que se pone a prueba a la clase trabajadora, es el momento el que le dice: ¡DEMUESTRA QUE ERES CAPAZ DE HACER!, o si eres una masa de ovejas condenada a una muerte lenta, o es aquella clase social a quien se reserva la capacidad de revolucionar esta sociedad.


Cusco, febrero del 2009.

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