*Artículo de Bernardino Huillca - BMP.
Javier Diez Canseco es el pasado, que más pudiera ser, un pasado tal vez sufrido, tal vez glorioso, tal vez digno, pero es el pasado.
Javier Diez Canseco es el pasado, que más pudiera ser, un pasado tal vez sufrido, tal vez glorioso, tal vez digno, pero es el pasado.
Es el pasado del romántico del socialismo peruano, luchó, amó, conquistó y fue derrotado, ese pasado que jamás volverá, Muchos izquierdistas lloran el pasado y no pueden sobreponerse a él. Estas luchas eran la lucha por la Democracia, contra las dictaduras, y por la inclusión social que las masas campesinas a un país que desde su independencia les dio las espaldas, un estado que desde la conquista se construyó sobre la espaldas de millones de indígenas sojuzgados, Ese estado que con la República quiso construir tozudamente una identidad nacional burguesa sin los Indios, pero sobre ellos. Las luchas de la izquierda peruana luego de 1900 fueron incluir a este indio al Estado, a la identidad nacional, mientras la Derecha se empecinaba en mantener las cosas como estaban, esa derecha tozuda, imbécil, retrograda con los peores vicios de la aristocracia feudal, el peor de los servilismos a los imperialismos mundiales.
Si Mariátegui inició un programa para la izquierda, donde planteaba una revolución socialista, tenía necesariamente que saldar los deberes faltantes para tener un estado moderno capitalista, esto era que: todos los peruanos teníamos que ser ciudadanos, y otra por tanto la consecución de democracia, la destrucción de las formas de producción feudales, por consiguiente los derechos humanos universales nacidas del romanticismo de las revoluciones burguesas.
Javier diez Canseco fue aquel militante de izquierda, aquel Romántico socialista que se encaminó a culminar dichas labores, solo para darse cuenta que ese Estado por el cual luchó, al cual tuvo y se alió con el gobierno nacionalista, había de lograr lo que gobiernos derechistas no lograron hacerlo, sancionarlo por falta ética, tremenda conchudez de la derecha, si Javier diez Canseco no habrá sido un real revolucionario científico y es la izquierda del capitalismo, pero nunca se ensució las manos con el festín de corrupción que propicia la burguesía peruana.
Javier diez Canseco fue aquel militante de izquierda, aquel Romántico socialista que se encaminó a culminar dichas labores, solo para darse cuenta que ese Estado por el cual luchó, al cual tuvo y se alió con el gobierno nacionalista, había de lograr lo que gobiernos derechistas no lograron hacerlo, sancionarlo por falta ética, tremenda conchudez de la derecha, si Javier diez Canseco no habrá sido un real revolucionario científico y es la izquierda del capitalismo, pero nunca se ensució las manos con el festín de corrupción que propicia la burguesía peruana.
La lucha estratégica progresista de la izquierda peruana ya acabó, los exigencias mas saltantes se han logrado, lo que quedaría es lograr el respeto y el cumplimiento de estas garantías, y a esto se encamina la izquierda, es decir necesita perfeccionar el estado para que tenga justicia social respeto a los derechos humanos, es decir perfeccionar el estado capitalista.
Esa la razón porque Diez Canseco es el pasado, los revolucionarios no buscan la perfección del Estado sino el desplome de este a favor de un estado proletario que nos conduzca más adelante al socialismo. La realidad así lo exige. Es imposible pedir justicia al estado burgués, es imposible que el estado burgués logre el socialismo, por mas signos positivos que de.
Por ello Dejad que los muertos entierren a sus muertos, dejad que la Izquierda entierre a Diez Canseco, que llore su pasado en el que se han quedado. Que rememore sus glorias y conquistas que nosotros nunca olvidaremos que han sido valiosas, pero ese ha sido el pasado.
Los revolucionarios tenemos tareas que cumplir una de ellas (la fundamental por el momento) Es aprender a utilizar nuestra principal arma, el materialismo Histórico.
Bernardino Huiilca Cachi
09-05-2013
